Friday, September 26, 2008
Thursday, September 25, 2008
Manifest 2008
Al principio no me gustó nada. No pude evitar compararlo con el cartel del año pasado. Y luego hasta me enojé. Después dude sobre si las bandas que me hubieran gustado que estuvieran, lograrían vender tanto (o mas) como las bandas que sí estan en el line-up de este año. Y luego decidí defender el cartel. Así que lo hice en este espacio.
Ya después me enteré de que todo el cartel, asi como la productora del Manifest fueron víctimas de un boicot. Un boicot que podría ser identificado por cualquiera que viera las pistas de manera clara. Sin embargo, las pistas no se encuentran a simple vista. Y menos si uno es de aquellos que estan muy ocupados hablando mal del line-up.
Pero todo esta ahi-
¿No es un poco extraño que justo la semana previa al festival, y durante toda la semana, haya presentaciones de bandas que tienen cierto peso en la escena "indie" en lo que era el Salon 21? ¿Y que tal que Bela Fleck dé un concierto el dia después del Manifest?
Claro, al final, de este boicot quien sale ganando es el público (un poco... aun hay que desemblosar el precio del boleto), pues dudo que la gran variedad de bandas que vienen en esos dias a la Ciudad de México se estuvieran presentando si las condiciones fueran distintas. A fin de cuentas es el consumidor el que se beneficia al existir la competencia. Pero ¿a esto le podemos llamar competencia? ¿O el término que mejor queda es "prácticas desleales"?
Un detalle mas: el año pasado el boletaje del Manifest se hizo mediante Ticketmaster. Este año se hace a traves de e-Ticket. Con esto en mente, ¿es claro ver que es un boicot? ¿Práctica desleal? ¿Competencia? yo pregunto porque es un claro ejemplo en donde el grande se come al chiquito solo por chiquito. Y aún no decido si se vale o no... o mas importante: si está justificado. No creo estar viendo una "conspiración" en un lugar en el que no esta. Y tampoco creo que sea ético que por no aliarse con los mismos que estuvieron involucrados en el Manifest del año anterior, el cartel del festival se vea perjudicado. M+as siendo que el año anterior, había logrado levantar la barra en cuanto a festivales en México se refiere, y eso había aumentado la expectativa este año.
¿En que momento deja de ser "cuestion de negocios" para convertirse en un berrinche corporativo?
Ya después me enteré de que todo el cartel, asi como la productora del Manifest fueron víctimas de un boicot. Un boicot que podría ser identificado por cualquiera que viera las pistas de manera clara. Sin embargo, las pistas no se encuentran a simple vista. Y menos si uno es de aquellos que estan muy ocupados hablando mal del line-up.
Pero todo esta ahi-
¿No es un poco extraño que justo la semana previa al festival, y durante toda la semana, haya presentaciones de bandas que tienen cierto peso en la escena "indie" en lo que era el Salon 21? ¿Y que tal que Bela Fleck dé un concierto el dia después del Manifest?
Claro, al final, de este boicot quien sale ganando es el público (un poco... aun hay que desemblosar el precio del boleto), pues dudo que la gran variedad de bandas que vienen en esos dias a la Ciudad de México se estuvieran presentando si las condiciones fueran distintas. A fin de cuentas es el consumidor el que se beneficia al existir la competencia. Pero ¿a esto le podemos llamar competencia? ¿O el término que mejor queda es "prácticas desleales"?
Un detalle mas: el año pasado el boletaje del Manifest se hizo mediante Ticketmaster. Este año se hace a traves de e-Ticket. Con esto en mente, ¿es claro ver que es un boicot? ¿Práctica desleal? ¿Competencia? yo pregunto porque es un claro ejemplo en donde el grande se come al chiquito solo por chiquito. Y aún no decido si se vale o no... o mas importante: si está justificado. No creo estar viendo una "conspiración" en un lugar en el que no esta. Y tampoco creo que sea ético que por no aliarse con los mismos que estuvieron involucrados en el Manifest del año anterior, el cartel del festival se vea perjudicado. M+as siendo que el año anterior, había logrado levantar la barra en cuanto a festivales en México se refiere, y eso había aumentado la expectativa este año.
¿En que momento deja de ser "cuestion de negocios" para convertirse en un berrinche corporativo?
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