Saturday, November 07, 2009

Sobre inducciones y preguntas

El ser humano ha logrado burlar y engañar las percepciones corporales para poder lograr inducir a distintos estados mentales de manera artificial.

Se puede inducir al vómito; símplemente estimule usted su garganta con el dedo de su preferencia hasta alcanzar el umbral del asco.

Se puede inducir al sueño; consulte a su médico, quien le recetará la sustancia y dosis necesarias.

Se puede inducir a la mente a alucinar mientras uno se encuentra en un estado consciente; es sencillo y se puede lograr de manera segura sin el abuso de sustancias estupefacientes. La receta es la que sigue a continuación...

Ingredientes:
-1 pelota de ping-pong
-1 radio AM/FM
- Cinta adhesiva
-1 luz roja

Método de preparación:

1) Encienda el radio AM/FM y busque una estación en la que sólo escuche ruido blanco (estática). Póngase sus audífonos y escuche solamente esa estación.

2) Corte a la mitad la pelota de ping-pong. Con cinta adhesiva, coloque una mitad sobre cada uno de sus ojos. (Si usted es un cíclope, utilice únicamente una mitad de la pelota)

3) Encienda la luz roja y apuntela de tal manera que ilumine su rostro

4) Siga con mucho cuidado a aquellos unicornios de colores que recién acaba usted de conocer.





Todo esto es una enorme introducción a una pregunta que quisiera hacerle al universo: ¿Existe alguna manera en la que el ser humano puede inducir al llanto?

If so: let me know ASAP

1 comment:

Sof said...

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese del escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario, consiste en una contracción general del rostro, y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar diriga la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible, por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos Golfos del estrecho de Magallanes en los que nadie entra, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

J. Cortazar (Intrucciones Para Llorar.)