"Tienes que salir y hacer algo". Tenía razón. Pero ni él ni yo contamos con el hecho de que la gran mayoría de las personas estaban estudiando: al parecer no habría nadie disponible para hacerme compañia. Nadie que me ayudara a distraerme. "Tal vez si me voy de compras me sentiré mejor". Así fué, pero solo fue pasajero. necesitaba hacer algo que en verdad me distrajera. "Vamos al depo y te invito una chela". Nunca he rechazado esa oferta.
No solo fué una chela, sino que además fue una sincera reconciliación y toda una terapia de grupo: yo no era el único que había perdido cierta fé en el sexo opuesto. Despotricar durante un rato fue bastante liberante... Después, comenzamos a contar anécdotas y a recordar diversas historias que habían hecho leyenda en el planeta entero: El Romanticismo del Siglo XXI.
Después de eso... el dia terminó no siendo el PEOR dia del año... simplemente uno de los que peor comienzo han tenido...