Thursday, December 20, 2007

Office Christmas



Quienes me conocen, saben que no me caracterizo por ser muy entusiasta de la navidad. Incluso saben que la navidad es algo que me molesta, y que si por mi fuera, la cancelaría por los próximos cinco años.

Odio el adjetivo ñoño que la gente le pone a las personas como yo. "Ah! Entonces tu eres medio Grinch, no?". MMMtamadre contigo... y tu vocabulario no tiene adjetivos de verdad, cierto? (Quien me conoce, también sabrá que esta ultima frase tiene un subtitulo, y que el subtitulo es muchísimo mas hostil...)

Eeeen fin.

El punto es que realmente no me gusta la navidad. Sobretodo porque me la están vendiendo desde septiembre en todos los centros comerciales.

Esta navidad mi sentir no es muy distinto. La sigo odiando. Y al parecer, nada me hará cambiar de opinión.

Incluso, he sabido aprovechar que ahora tengo empleo para evitarla por completo. Y en ese aspecto he sido bastante exitoso pues no estoy expuesto a medios masivos (bueh... internet... y ya) que abusen de la época. No tengo mucho contacto con algún centro comercial cuyos comercios estén adornados de una manera ad-hoc con las festividades. No me cruzo con mucho espíritu navideño ñoño que llega a invadir a algunos (han visto esos coches con cuernos y nariz de reno circular por la ciudad? Apoco no merecen un post aparte?).

Este año, para mi, la navidad se ha vuelto completamente ignorable. Y lo he disfrutado.

Sin embargo, hoy, mientras realizaba las labores que cotidianamente me asignan en mi oficina, se me ocurrió algo tremendo. Fue una epifanía como pocos tienen en la vida. Esta chido ignorarla. Es un lujo que, hasta ahora, se pensaba exclusivo de dioses. Y admito que es una maravilla. Peeero, tambien es cool odiar. Extraño ese sentimiento de odio. Y me di cuenta de que ese sentimiento no puede existir si por completo ignoro el hecho de navidad que esta viviendo la sociedad en estos días. Así que me levante de mi silla, tomé los cuatro plumones para pizarrón que tengo y dibujé un árbol de navidad. Y luego lo contemplé. Y en el acto de contemplar, me dí cuenta que se veía demasiado ñoño. Asi, solo entre algunos recordatorios contables que se encontraban escritos en el pizarrón. Gacho. Deplorable. Penoso. Feo. Patético. Justo como la navidad. Sin embargo, mi estilo es mas alternativo. Así que decidí plasmarlo en un par de citas junto a mi obra de arte. Citas sacadas directamente de dos de mis cuentos de Navidad favoritos: "The Night Before Christmas" de Clement Clarke Moore y "How The Grinch Stole Christmas" de Dr. Seuss. Para mí, esas dos historias son dos de las cosas rescatables de la navidad...

1 comment:

Hectorin said...

Pues yo te deseo una muy feliz navidad.
Con cariño,
Hecñoñín