Claro que para este conteo, es necesario admitir que no fui a todos los conciertos de este año, pero si a la mayoría de los mas importantes, así que al final haremos el recuento de aquellos a los que me arrepiento no haber asistido. Enjoy!
Así comenzaba mi año: Una de las bandas que mas ganas tenía de ver, venía a la Ciudad de México. Y obviamente no podía dejar pasar la oportunidad de verlos. Siendo fan de Erlend Øye, ya tenía fuertes expectativas de esta tocada... pero no tan altas, pues vinieron a mostrar a esta ciudad lo que un buen concierto debería de ser desde ese momento en adelante. Pequeño como es el Pasagüero, lograron llenarlo, no solo de personas, sino de una energía digna de llenar incluso lugares tan importantes como el Auditorio Nacional (en donde esa noche se presentaba Coldplay... siento lástima por los que prefirieron ir a ese concierto en vez de a The Whitest Boy Alive). Nadie esa noche esperaba una presentación tan completa: tocaron todas sus rolas; fueron amables con el público; hicieron bailar hasta al mas torpe e introvertido; tocaron además tres covers que dejaron a todos con la boca abierta: lograron superar versiones originales de "Show Me Love" (Robyn S.), "Harder, Better, Faster, Stronger" (Daft Punk), y "The Music Sounds Better With You" (Stardust). En fin, supieron dejar huella en esta urbe de concreto como los grandes dando un concierto legendario.
Cabe resaltar también las presentaciones de las bandas abridoras que supieron hacer su chamba y prender a la gente con toda la actitud. Un Teni, supo hacer gala de su creatividad y originalidad al experimentar con un coro en vivo (todas uniformadas con afros y guantes blancos) que le dió vida a su presentación. Hello Seahorse! aprovechó la ocasión para hacerse de mas fans dando una presentación con mucho feeling.
¿Qué puede decirse de Roger Waters que no este dicho ya? Para empezar, debo admitir que fuimos varios los que nos sorprendimos al ver que Roger Waters volvía a México solo porque sí a presentar el Dark Side of the Moon. Siendo este uno de los mejores discos en la historia, era imperdonable perderse este concierto que, de nuevo, rebasó las expectativas de aquellos que asistimos, pues el show completo de The Dark Side of the Moon simplemente te transporta a lugares que de ninguna otra manera se pueden visitar; otorga sensaciones que ningún narcótico puede replicar; y es un agasajo visual como ningún otro en la industria.
No solo Erlend Øye venía a presentarse con The Whitest Boy Alive, sino que también aprovechó para traerse a Erick Gamblek Bøe y presentarse como Kings of Convenience en el Polyforum. No pudieron haber elegido un mejor lugar para presentarse por primera vez en México pues la atmósfera que se crea ahí, va de manera perfecta con sus canciones. Simplemente ha sido un concierto muy bonito.
El cartel prometía. El lugar prometía. Desafortunadamente yo llegué tarde. Solo pude ver a Datarock, lo cual, para mi, fue una completa sorpresa pues en realidad no sabía que estarían tocando ese día. Después, Diplo me puso a bailar junto con otros cinco mil de los asistentes al evento.
A las 3:00am, me retiré con un buen sabor de boca y con un nuevo chiste local: "Pepépepepepé pepépepepepé...!!"
Desde mucho tiempo antes, este concierto comenzó teniendo problemas: Hubo una mala difusión de su visita a la ciudad, por lo que no se vendieron muchos boletos; Una vez en la ciudad, y con el puñado de fans que logró reunir, Lily Allen se subió al escenario con muy poca actitud y con el PEOR vestuario que se haya visto sobre el planeta. Cuando parecía que el concierto mejoraría, el ánimo volvía a decaer. Simplemente fue un concierto sin energía y de muy corta duración (50 minutos de concierto en realidad es una grosería). A mi parecer, fue la mala nota después de tener tan buena racha en lo que iba del año.
El 2007 marcaba el comienzo de un merecido descanso en la trayectoria de The Strokes. Los integrantes de la banda aprovecharon este "break" para hacer cosas distintas antes de reanudar su carrera. Albert Hammond Jr. se quedó con las ganas de seguir de gira. Así que decidió grabar un disco como solista para poder tener el pretexto de armar un tour por diversos lugares del planeta para rockear. Nadie esperaba que la ciudad de México fuera uno de los destinos de este tour.
A decir verdad, después de escuchar el disco, no me esperaba gran cosa de este concierto, pues para mi, no había suficiente material para prender al público en este álbum. Sin embargo, decidí darme una vuelta sólo para ver como funcionaría la propuesta de este fulanito. La verdad es que si estuvo bastante bueno. Sabía lo que el público esperaba de él y supo entregarse al público por completo para ganarse el reconocimiento de los asistentes (ojo: no todos los que asistimos éramos fans pues hablando con un par de personas, encontré que algunos estaban ahí solo por curiosidad). Todos salimos del concierto felices, pues Albert Hammond Jr. supo cumplir con un concierto que pocos se esperaban que diera, y lo supo hacer como los grandes.
Ya había un post sobre este concierto. Fue toda una aventura. La profecía sí se cumplió: salimos en el DVD. El resto de las cosas que pueda decir sobre este día salen sobrando. Fue un GRAN día... El mejor fin de semana de mi 2007.
Ya había venido Bloc Party una vez al D.F. Tenía muchas ganas de ir y me lo perdí. Esta vez, realmente no tenía tantas ganas. Además, no tenía con quien ir. Y la verdad no quería invertir tiempo en conseguir boletos. Así que resignado estaba a perderme otro concierto mas de Bloc Party en México. Sin embargo, las oportunidades aparecen cuando uno menos se lo espera. Me dijeron "Quieres ir? Yo compro los boletos!". Yo contesté (como muchas veces lo he hecho): "Y... porque no?". Y que voy.
De este concierto ya hay un pequeño recuento (un tanto cifrado, pero interesante) al cual le añadiré que las complicaciones en el sonido que la banda tuvo al principio sí me dejaron un mal sabor de boca. Además, no creo que el Auditorio Nacional sea el mejor lugar para este tipo de conciertos. Sin embargo, no me quejo del todo pues la compañía fue bastante buena y la vibra estuvo muy chida.
La presentación de Justice para muchos significó el inicio de un mes que se encontraba completamente plagado de conciertos. No se si los de Justice sabían esto, pero definitivamente se comportaron a la altura y tocaron un set de calidad. Y lo repito: un set de calidad. Lo repito, no por mamón ni para sonar como Adela Micha. No. Lo repito porque en algunos medios se criticó de manera muy fuerte esta presentación argumentando que había estado de hueva y demás. La neta yo creo que se equivocaron de lugar. O de plano no tenían idea de que estaban hablando pues esa noche no solo fueron los de Justice los que se rifaron, sino también los DJ's abridores Rats N' Claps, que a pesar de no ser conocidos por todos los asistentes (me incluyo), si lograron que todos fueran calentando motores y comenzaran a bailar. Lograron preparar un buen terreno para que Justice llegara a hacer lo suyo.
Concluiré diciendo que Justice vuelve a México en marzo. Recomiendo que no se lo pierdan pues si vale la pena ir a verlos mezclar.
La vida, en ocasiones, nos pone en situaciones en las que nos damos cuenta que las cosas no siempre suceden como a nosotros nos gustaría; que hay días en los que nada sale como planeado (sea para bien o para mal); que hay momentos en los que el control se pierde y uno ya no es dueño de su destino; que existen días en los que te encuentras en situaciones como la del MotoRokr.
Nada, en realidad NADA, podía prepararme adecuadamente para lo que viviría yo ese día en el MotoRokr; y me quedó suficientemente claro que rockear con El Niño es rockear en ligas mayores.
Las cosas no siempre suceden como a nosotros nos gustaría: A veces las bandas que mas te prenden, solo salen diez minutos porque quieren ver tocar a Molotov (Shame On You IMS!)
Hay días en los que nada sale como planeado (para mal): el precio que hay que pagar por tratar (sólo por tratar) de comer a un precio menor al establecido en el menú es mas alto de lo que calculábamos, pues el plan, precisamente, salió mal. Bastante mal.
Hay días en los que nada sale como planeado (para bien): pues NUNCA pensé que beber cantidades industriales de cebada fermentada en un concierto sería tan divertido. Además, SIEMPRE es agradable encontrarse a personas con las que te llevabas bien durante la prepa, pero que no habías podido ver por diversas situaciones.
Hay momentos en los que el control se pierde y uno ya no es dueño de su propio destino: los elementos de seguridad conocen y dominan todas las técnicas de intimidación de un Boina Verde. Su manera de tratarte cuando estas en problemas con ellos te hace olvidar que existe toda esperanza y que para ti todo ha terminado. Ahora tu destino esta en sus toscas y hostiles manos.
Existen días en los que te encuentras en situaciones como la del MotoRokr: Un cartel prometedor. El regreso de The Killers a la ciudad de México. The Dandy Warhols en vivo. Pases para zona preferente. Tacos del Villamelón. Un buen concierto. Un día mas para recordar.
Para algunos observadores lectores, puede resultar DEMASIADO atascado de mi parte el haber ido a dos conciertos distintos en dos días seguidos. No obstante, para algunos otros melómanos lectores, esto simplemente parecerá un comportamiento digno de un individuo completamente racional. Y no es para menos: The Cure ya había establecido su excelencia en cuanto a presentaciones en vivo cuando pisaron el Distrito Federal en Septiembre del 2004. Además, esta gira era sólo para fans ya que no venían a presentar ningún material nuevo; no traían disco nuevo; simplemente estaban dando el rol por el mundo y decidieron dar un toquín en México. Y no hay nada malo en eso. Tampoco hay nada de malo ir a verlos. Los que escuchamos Killing an Arab en vivo este año podemos asegurarlo.
Tengo demasiadas emociones encontradas sobre el Manifest, pues de verdad mis expectativas eran bastante áltas para este festival, y la verdad no sé si se cumplieron o no.
De entrada, tenía un cartel que en lo personal, sí me gustaba, pues de nuevo estaría The Whitest Boy Alive (para empezar), así como The Rapture e Interpol. Estas tres bandas hacían que asistir a este evento valiera la pena.
Sin embargo, al final del día no quedé muy contento con los problemas de logística que impedían que el Manifest fuera algo disfrutable. La dificultad para moverse de un escenario al otro simplemente logró que la gente perdiera el buen ambiente, pues el tiempo promedio que le tomaba a un individuo el cambiar de escenario, era igual al tiempo promedio que cada banda se presentaba en el escenario al que el individuo se dirigía. El hecho de que se vendieran ocho mil localidades mas de las que originalmente se tenían planeadas, sólo logró que el público sufriera para ver una banda: en ningún lugar se podía disfrutar de manera cómoda del show Y tener una visibilidad decente. Simplemente fue una tortura. Y en ese aspecto, no me gustó nada el Manifest de este año.
No obstante, no todo fue horrible ese día ya que hubo un par de bandas que sacaron la casta: los de Yo La Tengo dieron lo que después declararían fue (posiblemente) el mejor show de toda su carrera. Interpol, a pesar de tener problemas técnicos, supo mantener contentos a los asistentes pues esta vez, Paul Banks dejó a un lado su faceta introvertida e hizo comentarios entre cada canción... en español (idioma que por supuesto domina a la perfección); eso hizo toda la diferencia.
Otras emociones encontradas surgen por haber presenciado una tocada de The Rapture un tanto mediocre y sin chiste. Tal vez diga esto porque, en lo personal, con The Rapture esperaba las perlas de la virgen (bueno... tenía expectativas bien áltas...) y no siento que hayan dado el 100% en esta visita al D.F. Además, por lo que ví en las pantallas, creo que el escenario verde (en el cual NO estuve por estar esperando a The Rapture y a Interpol) hubiera sido una mejor opción para mi pues se vió que Teddy Bears y The Horrors rockearon bastante. Y me arrepiento un poquito de no haber estado ahí. Pero no mucho.
¿Cómo no cerrar este mes de conciertos como todo un rockstar? ¿Como no ir a un concierto la noche de Halloween? ¿Como no ir a lo que muchos llamaban "El mejor show sobre la tierra"? La respuesta a todas y cada una de estas preguntas es simple: Sin Boleto.
Yo estaba que me arrancaba los cabellos durante todo el mes de octubre porque no había conseguido boletos para Daft Punk. Es mas, me los arrancaba desde antes por no haber podido conseguir boletos para Daft Punk. Así que decidí seguir el mantra de los guerreros que brillan por su valentía: "Gloria o Muerte". Inicié una campaña masiva entre mis conocidos, por messenger, por facebook, por myspace, en foros de internet, dentro de Ticketmaster para poder conseguir boletos de pista para este concierto. Durante un mes, la mayoría de las personas que me conocen, sabían que NO tenía boletos para Daft Punk; sabían que buscaba boletos para Daft Punk; sabían que estaba buscando hasta por debajo de las piedras para conseguir los boletos para Daft Punk, y todos ellos terminaron odiandome por ello.
Vaya intensidad la mía que muchas personas se quejaban de manera directa manifestando que ya estaban hartos de que en todo momento estuviera preguntando si a alguien le sobraban boletos para Daft Punk.
Ni modo. Así son las ganas. Y como reza el viejo adagio: El que persevera, alcanza. Y yo lo logré. Mas sobre toda esta euforia ocasionada por este dueto francés, en la Saga titulada "Road to Daft Punk" (el primer capítulo lo pueden leer dando click aquí).
En fin. Sí es EL mejor show sobre el planeta tierra. Sí valió la pena ser tan intenso durante un mes. Fue concierto que DEFINITIVAMENTE entra en mi Top 10 concerts of all-time.
Este es otro de esos conciertos para el cual no tenía planes para asistir. De hecho, después de haberme perdido a los Heroes del Silencio, decidí que Soda Stereo no era para mi. Al menos no esta vez. Tendría que quedarme con el recuerdo de aquel último concierto que dieron en el Palacio de los Deportes durante la gira del adiós.
Esto no me ponía triste. Tampoco me ponía muy feliz. Mas bien, era indiferente frente al hecho de que no asistiría.
Todos sabemos, gracias a la popular canción, que la vida te da sorpresas; sorpresas te da la vida.
En esta ocasión, las cosas no fueron muy diferentes: El Porky (mejor no den click en el link... no es su mejor foto) inició una sesión de convencimiento de varias semanas, la cual, tuvo un éxito rotundo en mi. "Bueno, vamos", le dije con un poco de desdén. Él, entusiasmado, corrió a conseguir los boletos.
El tiempo pasó y la fecha del concierto se acercaba. Yo sólo sabía que estaría ahí. No me importaba nada mas. No importaba en que sección estaría. Simplemente que ahí estaría. Pero todo esto cambió... en el momento en el que el acomodador nos llevó hasta la última fila del Foro Sol (true story) para disfrutar del concierto de Soda Stereo (inserte sarcasmo en esta última frase... comenzando desde la palabra "para").
En este tipo de situaciones, lo único que queda por hacer es reir y beber cerveza. Y pasarla bien. Muy bien. Vaya... pasarla bien en extremo y tener una de las mejores noches del mes. Todo gracias al Porky (insisto: mejor no vean su foto porque... no es la mejor foto en la que haya salido...)
Pues sí: soy bien fan de The Whitest Boy Alive... ¿y?
Después de su presentación en el Pasagüero, decidí no perderme ninguna otra de sus presentaciones en el futuro pues, como ya dije, fue legendaria. Sin embargo, ya me lo había dicho Orly: "Ya estuviste en LA tocada de The Whitest... Ya quedate con esa. No creo que vuelvan a tener una tan chingona como esa". Y tenía razón.
No estoy diciendo que no haya estado chingona. Todo lo contrario: ellos SIEMPRE tocan chingón. Y esta vez no fue la excepción. Pero sí acepto que la del Pasagüero estuvo en otro nivel completamente distinto.
Este concierto sirvió para que muchos fans (como yo) reafirmaran que ver a The Whitest Boy Alive en vivo, es garantía de un concierto chingón.
Ya había visto a The Police este año durante el Live Earth. Esa presentación me dejó con ganas de volverlos a ver. Su visita a México me presentó con la oportunidad de volverlos a ver... y con la misma persona con quien los había visto en el Live Earth.
Por supuesto que las comparaciones no se hicieron esperar, pero también hay que considerar que fue otro tipo de concierto. Esta vez íbamos solamente a ver a The Police.
El comentario de la noche fue que The Police sabía a que tipo de público se dirigen y por eso tienen un nivel de volumen bastante "friendly".
Quien no haya ido a ver a The Police, se la peló durísimo.
Después de haberme perdido el Corona Fest solo por güey, pensé que The Police sería el último concierto del año para mi. Sin embargo, el destino hizo de las suyas y me otorgó la oportunidad de ir a un último concierto este año. No sería un concierto per-sé. De hecho sería una tocada. Y tampoco sería una donde tocaría una banda de la cual yo fuera fan. Sería de una banda que conocía, pero solo por tener una canción suya en mi iPod. Ni siquiera estaba seguro de ir, pero a fin de cuentas terminé haciendo planes para asistir. De hecho, solo fuí por el puro desmadre. Sin expectativas. Así nomas: "a ver que sale". Vaya sorpresa la que me llevé con Ratatat. No solo rockeaban bastante fuerte, sino que también tenían un poder de convocatoria envidiable pues las chicas que asistieron eran TODAS de buen ver. Punto a favor, pues el lugar estaba a reventar, y cualquier intento de cambiar de lugar, aunque fuera algunos centímetros, implicaba un roce y manoseo completamente descarado. Incluso, un servidor fue abusado en mas de una ocasión por un par de rufianes que por ahí pasaban rumbo a los sanitarios. Ni modo: unas por otras.
En fin, comencé el año de conciertos en el Pasagüero con una tocada legendaria, y el ciclo se cerró precisamente en el mismo lugar con broche de oro. El destino hizo de las suyas una vez mas. Palmadas para Ratatat. Ya soy fan.
Propósito para el 2008: Romper la barrera de Coachella...