Wednesday, January 19, 2005

Leyenda Urbana

Alguna vez, en algún momento todos hemos escuchado alguno de estos mitos de la sociedad que han venido a reemplazar a las *moralejas* que escuchabamos de pequeños. Las Leyendas Urbanas, muchas veces están diseñadas como historias de "miedo" que de algún modo u otro cultivarán cierta aversión hacia cierta actividad en nuestra psique. Sin embargo, debido a su estatus de "Leyendas", no dejan de ser una bola de cuentitos inventados que solo le suceden al "primo del hermano de la novia del amigo del Wagüaras". O, ¿no? Digo, uno siempre puede cambiar de opinion, ¿no?

Hace poco, llegó a mis oidos una historia (historia que aunque no lo parezca, JURO que es verídica) que, debido a su naturaleza y a su narradora, va por buen camino para convertirse en una de las leyendas urbanas mas famosas de nuestros tiempos. He aquí la ya mencionada leyenda:

En una escuela preparatoria labora una maestra. Como todos los maestros en las preparatorias mexicanas, esta maestra, además de enseñar su materia, tiene otro típo de actividades que debe realizar debido a que están estipuladas en su contrato. Una de estas actividades era la de "Vigilar" a los alumnos durante la hora de su descanso (aunque nunca supe que es lo que realmente les vigilan a los alumnos los maestros que lo hacen). Como todos los seres humanos que bebemos agua y demás líquidos, la maestra tuvo que cumplir con las obligaciones fisiológicas que implica el beber líquidos. Asi que, naturalmente, se dirigió al baño de damas de esa institución.

Mientras se encontraba en el baño de damas, la maestra notó que en el lugar se escuchaba un ruido a la distancia; un ruido que normalmente no se escucha en ningún baño, así que decidió poner más atención. Notó que el ruido, en realidad eran gemidos, así que su curiosidad la impulsó a buscar que era lo que ocasionaba estos gemidos. Siguiendo el sonido, la maestra encontró un cubículo que, al parecer, alojaba dos pares de piernas...

Obviamente la maestra encontró a una pareja de jovenes impulsivos al abrir la puerta del cubículo, a los cuales envió de inmediato a la dirección de la escuela.

Los jóvenes ya no tenían escapatoria: el Director había llamado a los padres de cada uno de ellos para que acudieran al plantel, donde se les informaría del comportamiento impuro de sus hijos. La madre de la joven fué la primera en llegar al lugar (ella era una típica madre criada durante los años 60 y 70), y después de enterarse de lo que había hecho su hija, comenzó una enorme cantaleta:

"¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE HAYAS REGALADO ASÍ TU VIRGINIDAD?! ¡¿QUE DIABLOS TE SUCEDE?! YO NUNCA TE EDUQUÉ ASÍ. YO FUÍ VIRGEN HASTA EL MATRIMONIO. CON LA VIRGINIDAD NO SE JUEGA. ¡CON UN DEMONIO! VAS A VER COMO SE PONE TU PADRE CUANDO SE ENTERE QUE YA NO ERES VIRGEN..."

Y así siguió el enorme regaño/disertación sobre la virginidad de la madre de la pobre joven durante unos veinte minutos, hasta que finalmente hartó a la experimentada escolapia, quien con un fuerte alarido de desesperación, le dió a entender a su madre lo siguiente:

"¡YA MAMÁ! CALMATE, ¡¿SI?! ¡CALLATE YA! TODAVIA SOY VIRGEN. EL GÜEY ME ESTABA DANDO POR ATRÁS"

1 comment:

Friend said...

Sólo puedo decir... ¡Qué stress!! Esa vieja es mi hit.