Thursday, January 20, 2005

The Condechi Chronicles 1

La Colonia Condesa tiene sus inicios a principios del siglo XVI, cuando los terrenos que integran la zona, formaban parte de la hacienda propiedad de la Condesa de Santiago de Valparaíso. En 1867, a la muerte de los últimos descendientes directos de la Condesa, se inicia el fraccionamiento de la hacienda y la Urbanización de la misma.

Dicho conjunto, constituido por las denominadas colonias Condesa, Hipódromo e Hipódromo Condesa son en la actualidad, orgullo y delicia de todos aquellos que por ahí transitan y hacen su vida cotidiana. Este es el relato de uno de esos transeuntes que rockeaba en la Condesa...

"Debido a que la Condesa tiene una distribución poco ortodóxa, es fácil que las personas que no se han familiarizado con las calles se pierdan de una manera monumental. Por este motivo me dí cuenta de que necesitaba un guía de amplios conocimientos en la zona y con la paciencia necesaria para enseñarme a transitar sin perderme en esa parte de la ciudad. Sin duda encontrar a este guía no iba a ser tarea fácil, así que decidí "pezcar" un guía... Para esto era obvio que yo mismo tendría que ser la carnada.

"Y así fué, con la paciencia que me caracteriza, logré captar la atención de una guía hembra de excelente reputación con la cual me comencé a instruir en el dificil arte de 'Hanguearenlacondesasinperderse'. La ayuda de dicha guía resulto ser mejor de lo que yo esperaba, ya que las sesiones de aprendizaje incluían un pequeño *bonus* bastante atractivo tanto para la guía como para un servidor. Por esta razón, ambos tratabamos de tener minimo tres sesiones Condechi a la semana.

"En una de estas sesiones, mi instructora me llevó a conocer el que mas tarde se convertiría en uno de mis lugares predilectos para hanguear: El Mitote. Este lugar se caracteriza por ser el punto de reunion para aquellos *Bohemios Juveniles* que desean pasar el rato en un lugar lo suficiente alternativo como para no ser encontrados por el resto de la sociedad (además que es de los pocos lugares que conozco que tienen Zubrowka). Al terminar nuestra sesion de hangueación, ambos partimos a nuestros respectivos hogares, como es natural. Sin embargo, al ser esta una de las primeras sesiones, me ví forzado a preguntar como salir de aquella tan pintoresca colonia. Pregunta con la cual obtuve una respuesta sencilla e infalible: 'Aquí derecho sales'.

"Esa respuesta fué lo suficientemente buena para mí, así que seguí las instrucciones al pié de la letra. Al poco rato de estar circulando sobre esa misma avenida, me dí cuenta de que no estaba saliendo a ningún lugar, y comencé a pensar que la colonia Condesa era REALMENTE grande. Justo cuando pensé que la extensión de esta colonia era sobrenatural, y que era normal que me tomara mas de diez minutos llegar a reforma, vi de mi lado derecho un lugar que se me hacía sumamente familiar. Así que fijé mi atención en leer el nombre de aquel lugar. Mis ojos leyeron lo siguiente: El Mitote. '¡¿Que diablos sucede aquí!?' me pregunté con un poco de pánico, ya que pensé que ese tipo de cosas solamente sucedían en la televisión. Afortunadamente logré salir de ahí en pocos minutos y nadie salió lastimado.

"Cuando le conté lo sucedido a mi guía ella me contó una historia acerca de un hipódromo que había sido destruido para dar paso a una espectacular colonia. Esa colonia era la Condesa, y la pista del hipódromo era la calle que yo había transitado con tanto afán antes de darme cuenta de que era un enorme círculo: Amsterdam. '¿Porqué crees que la colonia se llama "Hipódromo Condesa"?'. Yo solo pude poner cara de idiota y decir '¡Ah! Ahora lo entiendo...'"

2 comments:

Odile Cortés said...

Verdad que es bien "la dimensión desconocida" esa calle? a mí también me sucedió pero me avergonzaba contarlo, jaja. Gracias por dar el primero paso, je.

Friend said...

Amíiiiiiiiin wey es cierto. Una vez me pasó eso en la calle Amsterdam Amigooooooo!!! Pero ojo, no eres el único, sólo que nadie lo cuenta. Luego me ha ocurrido otras veces pero súper pedo, jajaja, claro antes del alcoholímetro maldito.
Otra cosa que me pasó muchas veces era el síndrome Blair Witch: me metiera donde me metiera, siempre acababa en la fuente de las cibeles. Scary, I swear...