Not to touch the earth
Not to see the sun
Nothing left to do, but
Run, run, run
Let's run
Hacía ya tiempo desde que se dejaba llevar por aquellos cánticos que parecían un hechizo cósmico. Se sintió en sincronía con el cantante y flotó con su voz. Sentía como un pequeño escalofrío recorría cada rincón de su piel como un pequeño lagarto malevolo. Lo gozaba, y en el climax de la melodía, aquel ritmo hipnotizante, sintió como reencarnaba en él el poeta más grande de la psicodelia: Jim Morrison. Cayó rendido después de aquella danza astral, y dió gracias por lo que había recibido: el alimento del alma. Leandro se levantó al cabo de unas horas y continuó con su caminar por el planeta. Jamás se sintió tan satisfecho.
2 comments:
Jim Morrison, caramba el guru de una generación..¿tambien de la tuya?
besos
http://www.infoaragon.net/servicios/blogs/wwwlavecinita/index.php
Vientos Amincin... yo quiero una de esas a la próxima
besos
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